La insuficiencia de agua de enfriamiento en el grupo electrógeno diésel reduce su efecto de enfriamiento, lo que provoca que el motor diésel se sobrecaliente debido a un enfriamiento ineficaz; temperaturas demasiado altas del agua de enfriamiento y del aceite también causan sobrecalentamiento del motor diésel. En este caso, la culata, el manguito del cilindro, el conjunto del pistón y las válvulas del generador diésel soportan una carga térmica elevada, lo que provoca una disminución drástica de sus propiedades mecánicas como la resistencia y la tenacidad. Esto aumenta la deformación de las piezas, reduce el espacio entre ellas, acelera el desgaste y, en casos graves, puede causar grietas y bloqueo de piezas. El sobrecalentamiento del generador diésel también agrava el proceso de combustión del motor, causando fallos en los inyectores, mala atomización y aumento de depósitos de carbono.

Después de apagar el grupo electrógeno diésel, la circulación del agua del sistema de enfriamiento se detiene, la capacidad de disipación de calor disminuye drásticamente y las piezas que reciben calor pierden su enfriamiento, lo que puede causar sobrecalentamiento de la culata, el manguito del cilindro y el bloque del motor, provocando grietas o una expansión excesiva del pistón que se atasca dentro del manguito del cilindro.

Por otro lado, si después de apagar el generador diésel no se realiza un enfriamiento en ralentí, la película de aceite en las superficies de fricción será insuficiente, y al arrancar el motor diésel nuevamente, se agravará la lubricación deficiente y el desgaste. Por lo tanto, antes de apagar el generador diésel, se debe descargar la carga, reducir gradualmente la velocidad y dejarlo funcionar sin carga durante unos minutos.

Si se pisa el acelerador de repente, la velocidad del generador diésel aumentará bruscamente, lo que provocará un desgaste severo por fricción seca en algunas superficies de fricción del motor. Además, al pisar el acelerador, las fuerzas sobre el pistón, la biela y el cigüeñal cambian considerablemente, causando impactos severos que pueden dañar las piezas.

Al arrancar el generador diésel en frío, debido a la alta viscosidad y baja fluidez del aceite, la bomba de aceite suministra insuficiente lubricación, lo que provoca un mal lubricado en las superficies de fricción y acelera el desgaste, incluso causando fallos como rayado del cilindro o quemado de cojinetes. Por lo tanto, después de enfriar el motor diésel, se debe arrancar y calentar en ralentí hasta que la temperatura del aceite supere los 40 °C antes de operar con carga; al arrancar la máquina, se debe usar una marcha baja y conducir progresivamente hasta que la temperatura del aceite sea normal y el suministro de aceite sea suficiente, para luego pasar a la operación normal.

La falta de aceite durante el funcionamiento del motor diésel provoca un suministro insuficiente de aceite en las superficies de fricción, causando desgaste anormal o quemado. Por lo tanto, antes de arrancar el generador diésel y durante su funcionamiento, se debe garantizar un nivel adecuado de aceite para evitar fallos como rayado del cilindro o quemado de cojinetes debido a la falta de lubricación.